Casi desde los inicios del paradigma cognitivo, en lo que se refiere al procesamiento de
información, comenzaron a proponerse aplicaciones al campo de la educación. Se debe
además tener presente uno de los factores que más influyeron en este sentido: con el
momento de la revolución cognitiva de inicios de los sesenta, ocurrió el movimiento de las
reformas curriculares educativas en Estados Unidos, por lo cual no era raro que los expertos
en educación vislumbraran la posibilidad de utilizar este nuevo enfoque.
Dentro de las primeras proyecciones de aplicación debemos considerar a dos autores
quienes, sin duda, son los pilares de una serie de propuestas que se han prolongado hasta la
actualidad. Por un lado, tenemos la figura de J. Bruner, el teórico de las múltiples facetas de
la cognición (ha tratado temas como pensamiento, percepción, lenguaje, etc.), quien incluso
fue uno de los participantes activos dentro de las mencionadas reformas, y por otro lado, el
no menos interesante D. P. Ausubel.
Bruner es en realidad uno de los psicólogos cognitivos de la educación con mayor trayectoria,
cuya obra causó un fuerte impacto en los sesenta y parte de los setenta en Estados Unidos
con sus propuestas del aprendizaje por descubrimiento y acerca del currículo para pensar.
Ausubel igualmente, durante la década de los sesenta, elaboró la teoría del aprendizaje
significativo o de la asimilación, y fue uno de los teóricos que mayor inquietud ha demostrado
por el análisis metadisciplinar de la psicología educativa y de los problemas educativos en
contextos escolares.
Además de la obra de estos dos clásicos (no obstante aún vigentes), se desarrolló un gran
caudal de investigaciones y experiencias que han desembocado en la configuración de la
llamada psicología instruccional, la cual desde nuestro punto de vista está erigida sobre las
ideas de Dewey, Ausubel y su divulgador actual, Glaser. Como ya hemos dicho la psicología
instruccional es una de las corrientes hegemónicas en la actualidad en la psicología educativa,
en la cual se han puesto en marcha una gran cantidad de programas prescriptivos y de
investigación.
Dentro de las líneas más significativas que revisaremos en este capítulo están:
1) La teoría del aprendizaje significativo de Ausubel.
2) Las aplicaciones educativas de la teoría de los esquemas.
3) El uso de estrategias instruccionales y la tecnología del texto.
4) La investigación y programas de entrenamiento sobre estrategias cognitivas y de enseñar
a pensar.
Dichas líneas de investigación e intervención tienen ciertas características propias, por lo que
resulta problemático hacer una integración completa de ellas. La exposición siguiente, ha
retornado conceptos de las líneas antes enumeradas y se ha intentado presentar los puntos
convergentes de las mismas (revise el artículo de Aguilar (1982) contenido en su antología
para profundizar sobre los siguientes tópicos abordados).
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